Reivindicar que los derechos de las personas trans y de las mujeres no son excluyentes es uno de los retos actuales en la agenda del movimiento LGBT+, indicaron integrantes de un grupo compuesto por países miembros de la ONU y organizaciones que celebraron este lunes los 15 años de su formación.
La reunión, enmarcada en la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, tuvo un carácter de celebración y estuvo dirigida por el abogado costarricense Victor Madrigal-Borloz, experto independiente del Grupo, y copresidida por los ministros de Exteriores de Argentina, Santiago Cafiero, y de Países Bajos, Sigrid Kaag.
El Grupo, en inglés “UN LGBTI Core Group” fue creado en 2008 y hoy forman parte 42 estados miembros, además de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y dos ONG: Human Rights Watch y Outright International.
La directora ejecutiva de Outright, Maria Sjödin, tuvo el último turno de palabra tras las intervenciones de varios países pioneros en los derechos LGTB+, que hicieron menciones a los retrocesos para el colectivo, y fue la participante más contundente.
“Ahora mismo, estamos escuchando muchas voces que intentan poner los derechos trans contra los derechos de las mujeres y eso es algo contra lo que tenemos que posicionarnos, porque no hay conflicto, y tenemos que ser nosotros quienes lo digamos”, declaró.
Previamente, hubo alusiones a esa cuestión de parte del director general del Departamento de Relaciones Internacionales y Cooperación de Sudáfrica, Zane Dangor, que reclamó que los problemas que enfrenta el colectivo son compartidos por otros.
Los grupos que intentan hacer retroceder los derechos LGTB+ son los mismos que patrocinan un ataque en los derechos humanos de las mujeres, y especialmente en los derechos reproductivos de las mujeres”, dijo.
De manera similar, la ministra de Exteriores noruega, Anniken Huitfeldt, sugirió que los derechos de las personas LGTB+ y los derechos reproductivos de las mujeres “son el conejillo de indias de nuestro tiempo, porque son las primeras víctimas de los líderes antidemocráticos y la primera señal de que una sociedad se mueve en una dirección más autoritaria”, afirmó.
En la sesión participó el primer ministro irlandés Leo Varadkar, abiertamente homosexual, que criticó los ataques a la “gente trans muy vulnerable” y la “híper polarización, incluyendo en la ONU”, tras lo que aludió a “crecientes intentos” de algunos estados contra los compromisos y normas internacionales en materia LGTB+.